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Mi parto soñado

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Mi parto soñado,

Mi primer parto fue por cesarea, estaba mentalizada y preparada para un parto natural y aunque dilate hasta 8, no pudo ser como lo esperaba. La vida me mostro que no siempre las cosas salen como uno quiere y hay que aceptarlo. Lo que sucedió fue que el ritmo cardiaco de Agustín disminuyo a tal punto, que el doctor tomo la decisión de proceder con la cesarea de emergencia; para mi todo se torno gris, el tiempo corría y solo recuerdo mucha gente a mi alrededor entre ellas mi esposo, el ginecoostetra, anestesióloga, pediatra y varias enfermeras que me decían que todo iba a salir bien.
Cuando Agustín nació, solo tuve el placer de verlo desde lejos, me salían las lagrimas de la felicidad de poder observarlo a la distancia y de saber que el papá estaba cerca de el en todo momento. Cuando todo paso y estaba mas recuperada, me hice muchas preguntas. Será que fue una cesaría innecesaria? Será que lo puede haber evitado de alguna forma? Y entre mas lo pensaba mas sabia que así tuvo que haber pasado y ese fue mi destino.

Durante estos 2 años y 3 meses de vida de Agustín, me prepare para tener mi parto soñado. El cual Lo soñé, lo escribí , le exprese mi deseo a Oliver, y lo hable con mi ginocostetra como era que quería mi parto paso a paso. Oscar, mi ginecólogo, que es un amor me escucho sin juzgar, solo me explico del riesgo que podría haber cuando es parto natural después de una cesarea, pero con una actitud muy positiva me dijo: eso solo depende de ti y de el, y como dependía de nosotros así fue…

El lunes festivo 9 de mayo a la media noche me levanto un cólico, señal que ya empezaba mi trabajo de parto, estaba feliz y preparada. No quería afanes, quería que todo se fuera dando naturalmente y vivir la experiencia al máximo.
Estuve dos horas con mi esposo caminando en casa, comiendo y lo mejor fue volver a la cama, prendimos unas velas y mis aromas favoritos. Mis contracciones iban en aumento, tratamos de volver a dormir por que sabíamos que al otro dia necesitábamos todas nuestra energías, pero no se pudo por la ansiedad y lo fuerte de las contracciones y sabia que pronto conocería a mi nuevo amor. Mi esposo al contrario si alcanzo a dormir unas cuantas horas.

A las 5:00 am levante a mi esposo, le dije prepárate que hoy nace Oliver. Me bañe con agua caliente un rato, disfrutando el momento, salí y con cada contracción hacia una cunclilla y respiraba profundo. Estábamos listos para ir al hospital, el momento había llegado .
Cuando llegamos me hicieron un tacto, es muy molesto pero necesitábamos saber en cuanto iba la dilatación, y el medico me confirmo que estaba en 4. Cuando llegue a la sala de parto, estaba en 6 de dilatación, con dolores mucho mas intensos y las contracciones mas seguidas y fuertes. Inmediatamente pedí la epidural pero con la dosis mínima, quería poder sentir mis piernas para caminar con mi esposo y poder pujar cuando llegara el momento. Estábamos juntos en el cuarto con una hermosa enfermera que nos acompaño todo el tiempo, caminamos, fuimos al baño, pusimos música y tenia mis esencias a la mano para aplicármelas, me sentía muy cómoda. Estaba feliz, nunca tuve miedo y siempre estuve en contacto con Oliver. Mi mantra era, si tu eres capaz , yo soy capaz, ambos somos capaces y lo lograremos juntos.

Al medio día, ya estaba en 9 de dilatación, lista para pujar así que me acosté en la camilla. En cada contracción me concentraba en hacerlo de la mejor manera, mi esposo a mi lado sin hablar mucho, sentía su apoyo. En la tercer pujada nació Oliver lo sentí calientico y lleno de vida, lo colocaron sobre mi pecho para quedarse conmigo por siempre. Esa sensación de tenerlo ya en este mundo, su aroma, su llanto y poderlo pegar en mi seno fue lo mejor del mundo. Siempre estuvo conmigo, no lo limpiaron, mi esposo corto el ombligo mientras yo le decía: Oliver de ahora en adelante estarás por siempre conectado con mi corazón.

El parto fue como lo soñé, vale la pena soñar.

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