Mis hijos no son mi todo

Cuando tuve a Agustín les confieso que sentí el amor mas grande de mi vida, todo giraba alrededor de él, solo tenía cabeza para sus horarios y rutinas día y noche. Nunca pensé que se pudiera amar de la misma manera a otro hijo, es mas sentía que podía estar sola en el mundo con él y nada me faltaría. Pasaron los años, los meses y ahora me doy cuenta que mi bebé ya es un niño y que a mis brazos y corazón llego otro ser de luz llamado Oliver para completar mi familia.

Dentro de mi sentía que mis hijos estaban primero que mi esposo, pero la verdad tuve dos momentos importantes en mi vida donde me di cuenta que por más que ame a mis hijos, mi esposo es quien debe estar en el centro de mi corazón, por que el día que mis hijos crezcan y se vayan es él quien estará ahí para seguir caminando conmigo la vida y para seguir viajando juntos por el mundo hasta viejitos.

El primer momento fue cuando visite a un experto en constelaciones familiares, y llegue donde el cualquier día por que me lo recomendaron. La verdad es que me encanta crecer y aprender de mucho temas. Estando en la sesión con el y a través de unos ejercicios me di cuenta que mi esposo no estaba de primero en mi corazón y me explico que si este orden esta alterado las relaciones se pueden ver afectadas, desde ese momento tome conciencia que así debería ser y así quería que fuera.

El segundo momento fue en Monticelo, casa espiritual, donde fui a una conferencia que trato el tema de los hijos. Me encantó y me sorprendió mucho porque el padre que dio la conferencia se enfocó en que debemos alimentar mucho el amor entre la pareja para poder tener éxito en la educación de nuestros hijos y también hablo sobre los 4 errores que podemos cometer como padres.

Acá se los comparto y esto aplica para los hijos y para nuestra pareja:

1. Abandonó: No renunciar. Hacer todo lo que sea por salvar el matrimonio, así se puede estar tranquilo al final si las cosas no funcionan. Con los hijos siempre tener el respaldo de la pareja.
2. Control obsesivo: Puede ser frente a los hijos o la pareja. Esto solo genera tensión. Deben haber espacios de libertad.
3. Impaciencia: Esperamos todo para ya. Esto le roba la paz a la pareja. Es importante respetar los procesos de los hijos.
4. El prestigio: Ni los hijos ni mi pareja son perfectos, no se puede aparentar algo que no es . Es importante saber reconocer.

Lo mejor del taller fue haber asistido con mi esposo por que lo importante en este hermoso y duro trabajo de ser padres es seguir creciendo como pareja y como persona. Es procurar hacer todo lo que esta a nuestro alcance para ser mejores cada día, vivir sin rencores, saber perdonar y  saber pedir perdón cuando nos equivocamos con nuestra pareja o con nuestros hijos.